Por Lucho Torres
Siempre que se llega a esta fecha trágica en la historia argentina, uno comienza a hacer un relevamiento de lo que todavía está vivo del Golpe. Aun con este gobierno que ha logrado lo que ningún otro en materia de DDHH para instaurar una nueva justicia social se ha podido con ciertos fantasmas de la noche mas larga del país; pero claro, el Golpe no fue solo de los carniceros humanos vestidos de militares, sino que hubo grupos económicos que, además de colar al ministro de Economía –ese que dijo que la torta no alcanzaba para todos-, se enriquecieron en los años de la plata dulce a costa de las muertes, los desaparecidos y el empobrecimiento de la clase trabajadora.
Fueron ayudados por un sector de la sociedad cuyo discurso fue siempre el de “así no se puede vivir”. Se vio en el partido político centenario que golpearon las puertas de los cuarteles como vinieron haciendo desde 1946 y que concretaron por primera vez en 1955. Se sintió en un sector del sindicalismo que se encargó de entregar a trabajadores y sus conquistas. Apareció una Iglesia que ayudó mediante la extorsión a confesiones que solo esos criminales nos quieren hacer creer que escucharon. Pero los militares y esa parte civil no hubiesen podido realizar todos los vejámenes que ejecutaron sin la complicidad mediática y sin contar con la artillería desplegada por sus periodistas, que oficiaron de vanguardia de la desinformación y la deformación de la verdad.
A 36 años de aquel hecho, cuando tiramos las cartas arriba de la mesa, vemos que todavía están la Sociedad Rural con Biolcatti a la cabeza – el que sentado hablaba con Grondona y bromeaba con que Cristina no pasaba de agosto del 2009, alentando una vez más un Golpe-. El golpe está vivo en los formadores de precios que especulan y aprietan a costa del salario de los trabajadores. Está vivo en cada burgués de clase media y alta que pide mano dura para acabar con la inseguridad urbana para que otra vez se arreglen las cosas a sangre y fuego.
Está vivo en la oposición que se suma, sin ideas propias, a las campañas mediáticas sucias antinacionales, y en el lapso que fueron mayoría parlamentaria actuaron como una verdadera maquina de impedir y teniendo el discurso golpista de que este es un gobierno autoritario y no tuvieron ningún escrúpulo en aliarse con la Sociedad Rural y con Magnetto. Está vivo en los gordos de la CGT, como el “momo” Venegas que se opuso al Nuevo Estatuto del Peón Rural, por dar un ejemplo, y con Pedraza mandando a matar a un militante. En una Iglesia que echa a sacerdotes por estar a favor del matrimonio igualitario y mientras que todavía Von Wernich, confesor del ex Jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps, está detenido desde septiembre de 2003 acusado de numerosos homicidios y múltiples privaciones ilegales de la libertad y torturas, durante la última dictadura militar argentina, en diferentes Centros Clandestinos de Detención y sentenciado a prisión perpetua, puede oficiar misa sin problemas.
Y como hace 36 años, donde más sigue vivo el Golpe es en los medios monopólicos de la desinformación y deformación, como diría Osterheld en el Eternauta “ellos” no escatiman ni plata, ni mercenarios que se hacen decir periodistas independientes, ni aprietes; “ellos” quieren ir al hueso, quieren romper con este gobierno que según su aliado estratégico de los 70, Jorge Rafael Videla, “nunca la pasamos tan mal como con este gobierno”. Y no les importa incurrir en la mentira, en el engaño, en campañas sucias. ¿Y cómo les va a importar? Si desde esos años sus redacciones están manchadas con sangre de los compañeros que sufrieron esa dictadura cívico-militar y con niños apropiados. Entonces sacan a relucir lo peor.
Ellos a 36 años del golpe son la voz de los intereses de la Sociedad Rural y de la mesa de enlace que en el 2008 hicieron tambalear a la democracia.
Ellos son la voz de los formadores de precios que se llevaron puesto al gobierno de Alfonsín y los que entregaron el país al mejor postor en los ’90 y hoy se horrorizan porque el patriota de Guillermo Moreno pone límites al comercio especulativo que “ellos” alientan constantemente.
Ellos son la voz de las mentiras de la oposición y también los que escriben el libreto de esas mentiras que repiten las marionetas de Magnetto; los que dicen llamarse políticos, y en las últimas elecciones perdieron con el 54,11% de una sociedad que quiere la profundización del Modelo kirchnerista.
Ellos son la voz de las AFJP que generaron una estafa a los jubilados y que defendieron sus negocios a costa del hambre y la miseria de los trabajadores y que hoy critican los fondos solidarios de los trabajadores en el ANSES.
Ellos son la voz de las empresas como Loma Negra, de la fallecida Amalita Lacroze de Fortabat, y que hoy pueden ser juzgados por ser partícipes de crímenes de lesa humanidad.
Ellos son la voz de los que no quieren el cumplimiento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual usando todo su poder para que la justicia frene su aplicación.
Ellos son la voz de quienes mediante extorsión y sangre se quedaron con Papel Prensa y hacían lobby para que no se votara la Ley que declaraba de Interés Público la fabricación de papel de diarios.
Ellos son la voz de los ingleses en el conflicto que hace mas de un siglo Argentina tiene con Gran Bretaña, como hace 30 años nos mentían con el supuesto “ganamos” hoy dicen que la soberanía en las Islas Malvinas la deben determinar los kelpers, que hace 189 años son británicos.
Ellos son la voz de los oportunistas que aprovechan una tragedia como la del tren en Once para intentar desestabilizar al gobierno nacional.
Ellos son la voz de quienes sostienen que toda la juventud, resumida caprichosamente en La Cámpora, son extremistas que están para alimentar el “Cristina eterna en el poder”. Un discurso que quieren emparentar al mismo que se hacía con la juventud en los ’70.
Ellos son la voz de Videla que dice “el peor momento nos llegó con los Kirchner” con esto esta todo dicho.
Ellos son la voz de los defensores de los apropiadores de bebes en la dictadura cívico-militar.
Ellos son la voz de los que atacan como partido político y se defienden con la libertad de expresión.
Ellos son la voz de “ellos” por que ellos son lo que todavía sigue vivo del golpe de Estado de hace 36 años tiñó de sangre la historia argentina.
Hoy a 36 años todavía los seguimos repudiando y en buena hora el pueblo de a poco se va dando cuenta de quienes son “ellos” y va entendiendo que hay un país más justo libre y soberano y que asume que un futuro es posible con Memoria, Verdad y Justicia.
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