por Aníbal Barcelona
El lunes 29 de marzo alrededor de las 9,30 hs. Silvia Suppo fue asesinada de nueve puñaladas en su local comercial en la conservadora y tranquila ciudad santafesina de Rafaela.
Hasta aquí parece una noticia policial más. Sin embargo el caso toma otro giro por la historia de Silvia. Ella fue detenida desaparecida en 1976 y permaneció secuestrada en el campo de concentración La Casita, donde sufrió torturas, vejaciones, apremios ilegales, tormentos y denunció la violación sexual por parte de tres torturadores. Su testimonio fue clave para la condena del Juez de la dictadura Víctor Brussa y otros cinco represores y era querellante en el juicio por la desaparición de su entonces compañero Ricardo Hattemer.
En cuanto tomamos contacto con la noticia, la sombra del caso López se proyectó sobre el caso e imaginábamos que los medios y los periodistas iban a estar rápidos de reflejos para mostrar similitudes.
Sin embargo hubo un gran silencio de radio por parte de los grandes medios.
Para encontrar líneas de trabajo que lo presentaran como un crimen político había que recurrir a las páginas de organismos de derechos humanos o páginas web como Insurgente, Kaosenlared, Indymedia, La Vaca, Argenpress, que no son de lecturas masivas.
Página 12 dio una amplia cobertura el día martes con tres notas de opinión donde resaltaban la figura de Silvia y la importancia de sus testimonios, pero al mismo tiempo abonaban la pista del robo.
El resto de la prensa escrita trabajó casi exclusivamente la pista del robo y la resistencia de la víctima, como un hecho policial más, sin hacer mención sobre la importancia política de la figura de Silvia.
Ejemplos: Diario La Capital de Rosario, día 2 de abril “Hallaron las evidencias del homicidio de Silvia Suppo en un campo sembrado con sorgo”.
Crítica Digital, 2 de abril: “el asesinato habría sido al voleo”. Los jóvenes detenidos de 18 y 22 años y habrían admitido su participación. Se cae la pista del sicario.
Por último Clarín y La Nación, como en sus viejos tiempos de la dictadura omitieron primero y deformaron después la noticia. Cuando imaginábamos que Clarín iba a hacer un uso habitual de la noticia con costado policial y poner cámaras de TN y canal 13, con la voz quebrada de Julio Bazán explicando: “ en un apacible pueblo del interior, un nuevo hecho de inseguridad pone en jaque la tranquilidad de los argentinos…” Sin embargo nada de esto hubo. El carácter de defensora de los derechos humanos, la pone a Silvia, en un lugar de enemiga del Grupo Clarín.
El gran diario argentino recién publicó en el día de ayer en la sección Breves Delitos y Justicia e informó sobre la detención de dos jóvenes.
La Nación mencionó solo la hipótesis del robo.
Una vez más, con sus omisiones Clarín y La Nación hablaron de sus miserias…
Hasta aquí parece una noticia policial más. Sin embargo el caso toma otro giro por la historia de Silvia. Ella fue detenida desaparecida en 1976 y permaneció secuestrada en el campo de concentración La Casita, donde sufrió torturas, vejaciones, apremios ilegales, tormentos y denunció la violación sexual por parte de tres torturadores. Su testimonio fue clave para la condena del Juez de la dictadura Víctor Brussa y otros cinco represores y era querellante en el juicio por la desaparición de su entonces compañero Ricardo Hattemer.
En cuanto tomamos contacto con la noticia, la sombra del caso López se proyectó sobre el caso e imaginábamos que los medios y los periodistas iban a estar rápidos de reflejos para mostrar similitudes.
Sin embargo hubo un gran silencio de radio por parte de los grandes medios.
Para encontrar líneas de trabajo que lo presentaran como un crimen político había que recurrir a las páginas de organismos de derechos humanos o páginas web como Insurgente, Kaosenlared, Indymedia, La Vaca, Argenpress, que no son de lecturas masivas.
Página 12 dio una amplia cobertura el día martes con tres notas de opinión donde resaltaban la figura de Silvia y la importancia de sus testimonios, pero al mismo tiempo abonaban la pista del robo.
El resto de la prensa escrita trabajó casi exclusivamente la pista del robo y la resistencia de la víctima, como un hecho policial más, sin hacer mención sobre la importancia política de la figura de Silvia.
Ejemplos: Diario La Capital de Rosario, día 2 de abril “Hallaron las evidencias del homicidio de Silvia Suppo en un campo sembrado con sorgo”.
Crítica Digital, 2 de abril: “el asesinato habría sido al voleo”. Los jóvenes detenidos de 18 y 22 años y habrían admitido su participación. Se cae la pista del sicario.
Por último Clarín y La Nación, como en sus viejos tiempos de la dictadura omitieron primero y deformaron después la noticia. Cuando imaginábamos que Clarín iba a hacer un uso habitual de la noticia con costado policial y poner cámaras de TN y canal 13, con la voz quebrada de Julio Bazán explicando: “ en un apacible pueblo del interior, un nuevo hecho de inseguridad pone en jaque la tranquilidad de los argentinos…” Sin embargo nada de esto hubo. El carácter de defensora de los derechos humanos, la pone a Silvia, en un lugar de enemiga del Grupo Clarín.
El gran diario argentino recién publicó en el día de ayer en la sección Breves Delitos y Justicia e informó sobre la detención de dos jóvenes.
La Nación mencionó solo la hipótesis del robo.
Una vez más, con sus omisiones Clarín y La Nación hablaron de sus miserias…
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