Por Aníbal Barcelona
La crónica es la siguiente: la AFIP. descubrió una maniobra de evasión impositiva que afecta al Estado en 300 millones de pesos. La operatoria fraudulenta giró en torno a la emisión de 130.000 cartas de porte (documento necesario para transportar granos) fraudulentas, que figuraban a nombres de indigentes, etc. La maniobra representó la venta en negro de 3,2 millones de toneladas de granos.
El hecho se descubrió por la denuncia de un productor de Río Cuarto en 2007.
Hasta entonces el sistema era administrado por la Federación Agraria y la Federación de Acopiadores. Las irregularidades motivaron su re-estatización.
Hasta ahí sería una crónica de un hecho fraudulento, una estafa contra el fisco que nos permite ver y analizar como operan estudios contables, abogados, empresarios inescrupulosos. De ese modo lo presenta Página 12 a través de la nota de Sebastián Premici títulada “Como disfrazar a un indigente de hacendado”, a pesar del titular poco feliz.
Ahora, cómo hace la prensa burguesa para desviar la atención y mostrar un fraude figurándolo como un nuevo round en “la confrontación entre el gobierno y el campo”. Es el caso de las crónicas del tema abordados por Clarín y la Nación.
Clarín titula: “Federación Agraria, la AFIP y otro choque entre el campo y el gobierno”. Para ello se vale del testimonio del titular de la Federación Agraria Eduardo Buzzi, que se siente perseguido y dice: “El kirchnerismo está utilizando el Estado para perseguir y amedrentar a los que piensan distinto”. El diario define esta pelea en un enfrentamiento entre la Federación Agraria que encabeza Eduardo Buzzi y la AFIP que maneja el ultrakirchnerista Ricardo Echegaray.
Y aquí nuevamente la trampa, la Federación Agraria es encabezada (no hay juicio de valor sobre Buzzi, no dice el evasor) mientras que la AFIP es “manejada” y por un ultrakirchnerista.
La evasión queda opacada detrás de la persecución. Es decir, para Clarín lo trascendente es que el estado persigue y no que cumple con el deber si alcanza a los evasores. Esto último no importa y menos si los involucrados son aliados del grupo monopólico.
En Clarín las acciones de un organismo de gobierno están acompañadas de una carga de intención de perjuicio sobre el que piensa distinto
La Nación titula: Pelea entre la AFIP y la Federación Agraria
En este caso el desarrollo de la crónica es más equilibrada porque toma los testimonios de la AFIP y de la Federación Agraria, sin hacer juicios de valor. Aunque el juicio está definido en el título. Pero pone paños fríos en cuanto a que señala en el final de la nota, que la AFIP no pretendía acusar ni involucrar a la Federación Agraria.
Salvando las distancias en esto de desviar el foco, los hechos son mostrados de un modo parecido al que Clarín y La Nación abordaron el caso de Luis Sarmiento. Presentado éste como “el papá” de la jueza que falló contra el gobierno y que ahora es perseguido; y no como el responsable de la desaparición y torturas de personas, cuando era Ministro de Gobierno de Misiones durante la última dictadura.
El hecho se descubrió por la denuncia de un productor de Río Cuarto en 2007.
Hasta entonces el sistema era administrado por la Federación Agraria y la Federación de Acopiadores. Las irregularidades motivaron su re-estatización.
Hasta ahí sería una crónica de un hecho fraudulento, una estafa contra el fisco que nos permite ver y analizar como operan estudios contables, abogados, empresarios inescrupulosos. De ese modo lo presenta Página 12 a través de la nota de Sebastián Premici títulada “Como disfrazar a un indigente de hacendado”, a pesar del titular poco feliz.
Ahora, cómo hace la prensa burguesa para desviar la atención y mostrar un fraude figurándolo como un nuevo round en “la confrontación entre el gobierno y el campo”. Es el caso de las crónicas del tema abordados por Clarín y la Nación.
Clarín titula: “Federación Agraria, la AFIP y otro choque entre el campo y el gobierno”. Para ello se vale del testimonio del titular de la Federación Agraria Eduardo Buzzi, que se siente perseguido y dice: “El kirchnerismo está utilizando el Estado para perseguir y amedrentar a los que piensan distinto”. El diario define esta pelea en un enfrentamiento entre la Federación Agraria que encabeza Eduardo Buzzi y la AFIP que maneja el ultrakirchnerista Ricardo Echegaray.
Y aquí nuevamente la trampa, la Federación Agraria es encabezada (no hay juicio de valor sobre Buzzi, no dice el evasor) mientras que la AFIP es “manejada” y por un ultrakirchnerista.
La evasión queda opacada detrás de la persecución. Es decir, para Clarín lo trascendente es que el estado persigue y no que cumple con el deber si alcanza a los evasores. Esto último no importa y menos si los involucrados son aliados del grupo monopólico.
En Clarín las acciones de un organismo de gobierno están acompañadas de una carga de intención de perjuicio sobre el que piensa distinto
La Nación titula: Pelea entre la AFIP y la Federación Agraria
En este caso el desarrollo de la crónica es más equilibrada porque toma los testimonios de la AFIP y de la Federación Agraria, sin hacer juicios de valor. Aunque el juicio está definido en el título. Pero pone paños fríos en cuanto a que señala en el final de la nota, que la AFIP no pretendía acusar ni involucrar a la Federación Agraria.
Salvando las distancias en esto de desviar el foco, los hechos son mostrados de un modo parecido al que Clarín y La Nación abordaron el caso de Luis Sarmiento. Presentado éste como “el papá” de la jueza que falló contra el gobierno y que ahora es perseguido; y no como el responsable de la desaparición y torturas de personas, cuando era Ministro de Gobierno de Misiones durante la última dictadura.
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