Francisco Solano López estuvo en Vaca Cubana.
Aquí una síntesis de la tercer entrega de la entrevista.
El audio para escucharla acá:
VC-. Solano López, hemos visto los trabajos terminados pero ¿cuál es su origen y qué técnicas usa, incorporó nuevas tecnologías?
SL-. ¡Uso todo!, pero mantengo el dibujo a mano hecho por mi. En los detalles secundarios me ayuda uno de los colaboradores, que por suerte tengo siempre, muy buenos, muy colaboradores y que me solucionan muchas cosas. No trabajo con fotografías, fijo las imágenes por la memoria y eventualmente puedo dejar algún detalle que yo no me pongo con ese trabajo especial de reproducir por ejemplo un personaje, no me gusta utilizar fotografías de artistas de cine o de televisión o de chicas sacadas de revistas. Prefiero dibujar la elaboración personal de mi memoria, siempre adaptada a la personalidad o el protagonismo que tenga en la historia el integrante masculino ó femenino, héroe o villano, pero inventado en sus rasgos característicos por mi procesadora personal.
VC-. ¿Alguna vez le dijo el editor “cambia el dibujo que no reúne las características que requerimos”?
SL-. No, no. Nunca me pasó. Además me gusta trabajar con libertad en la caracterización de los personajes y no sé si es por casualidad o no pero los editores, los jefes, los que mandan en la característica del material, nunca sentí esa presión.
VC-. ¿Alguna vez la procesadora cerebral, no le respondió, le pidió un tiempo para elaborar algo que no le salió?
SL-. No. Por lo general el ritmo de trabajo no me permitía esa elaboración, como sentía yo el ritmo de la historia. A ver: no me ponía con papeles al margen a ver, a probar, sino que el personaje nacía en el propio cuadrito... aparecía el personaje y lo resolvía ahí en el cuadrito porque había que hacer el cuadrito siguiente y el otro y el otro y ahí se iba modelando y definiendo los rasgos característicos del personaje. Algo que estaba integrado en la creación cotidiana del trabajo.
VC-. ¿Alguna vez leyendo el diario o escuchando ó viendo las noticias se le figuro algún personaje?
SL-. No porque yo no soy creador de tramas argumentales de lo que ocurre. Escapo a eso porque si yo invento la historia que después voy a ilustrar me aburro. A mí me gusta sorprenderme con el guionista, después de una conversación, un planteo general de la línea que queremos seguir y a donde queremos llegar, me gusta que el guionista tenga la libertad de proponerme todas las sorpresas, las gambetas de las situaciones dramáticas o aventureras que se producen. Y yo descubrirlas en el momento y con esa impresión, con la frescura de la información que recibo y poder plasmarlas en la composición de un cuadro o de una secuencia, de una página, de lo que sea.
VC-. Esta forma de generar los personajes donde usted recibe las características del personaje desde las ideas del guionista, ¿alguna vez recorrió el camino inverso, usted le dio alguna idea al guionista?
SL-. Sí, se la doy a través de los dibujos. Por ejemplo en El Eternauta pensaba Oesterheld hacer una historieta de 60 páginas y al final terminó con 360. Y eso fue dado por lo que yo le daba en términos de imagen. Las características que recibía extra, mas allá de la descripción o de los límites, o de la idea personal que el guionista había puesto en el personaje. Sin darme cuenta, sin que sea algo proposital de que yo quería estar presente con algo que fuera solo mío sino que estaba integrado dentro de la dinámica del trabajo cotidiano que recibía de manos del guionista y que yo le hacia una elaboración de acuerdo a lo que espontáneamente me surgía de mi propia imaginación, sobre lo que estaba ocurriendo dentro del cuadro y en el que actuaban los protagonistas que estaba creando en el momento... y eso era recibido por el guionista y se le iban ocurriendo cosas que llevaron a que la historia fuera una zaga que todavía seguimos inventando las últimas páginas con Pol, mi guionista actual.
VC-. Solano sabemos que la televisión la regaló, pero ¿es de leer los diarios?
SL-. Sí la televisión la regalé y los diarios los leo en el monitor de la computadora. Pero lamentablemente lo que tengo para decir es que: leo lo que dice página 12. Lo que me ofrece la Nación ó el Clarín es algo que me produce rechazo. Y como trato de sentirme cómodo mientras trabajo escucho la radio, no leo. El lenguaje que produce la Nación con ese estilo tan prosopopeyico que tienen... en cierta época cuando yo estaba fuera del país estaba suscripto a la edición nacional de la Nación, era una cuestión de nostalgia y era lo único que tenía a mano, pero ahora cuanto mas distancia ponga mejor. A veces me traen el recorte de alguna noticia que tiene que ver conmigo, un amigo o mi hermana, pero yo la lectura directa del diario ni siquiera en la pantalla del monitor de la computadora la puedo soportar. Disculpen la franqueza con la que me expreso. A mi me hace mal y la lectura de Clarín esta tapada por la propia publicidad que tiene que apenas se puede leer. Entonces ese trabajo extra me lo ahorro.
VC-. Juan de Balbaneda le pregunta Solano si está al tanto de un largometraje que Lucrecia Martel va a rodar con la historia de El Eternauta.
SL-.Sí, Lucrecia Martel tubo la designación de realizar un trabajo previo para la producción de un film en la que eventualmente ella actuaría como directora. Pero yo como autor no tuve participación. Nadie me vino a preguntar nada. Mi opinión era de que no era la persona apropiada para ocuparse de esa tarea, lo que se vio confirmado al final de la entrega de su trabajo porque los mismos productores que la habían asignado y tenían que juzgar su trabajo participaron de mi propia opinión, lo que quiere decir que no la encontraron apropiada. Espero que vengan a preguntarme mi opinión en la próxima tanda de postulantes, prefiero estar discretamente a un lado esperando lo que puedan hacer ellos. Lo que ocurre es que son los que ponen la plata y la plata también manda ahí.
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