Emilio del Güercio es uno de los pioneros del rock en castellano; integró bandas legendarias como Almendra, Aquelarre y La Eléctrica Rioplatense. Actualmente conduce por el Canal Encuentro “Cómo Hice”, un programa didáctico, honesto y con una pretensión alta: intentar revelar el proceso de la composición y los misterios de la perdurabilidad de estas canciones. Dialogó con Vaca Cubana el sábado 18 de setiembre. Más abajo la trascripción de la nota.
El audio completo puede escucharse desde acá:
EMILIO DEL GÜERCIO: Mi viejo era un gran lector de diarios y en mi casa se escuchaba mucho la radio. Yo heredé de mi viejo esa intención por la lectura pero él tenía una inclinación a un pensamiento crítico...
, revisaba todo lo que leía, lo repensaba y después trasmitía sus opiniones. Él no nos daba eso en formato de máximas, sino que como toda educación que mejor penetra fue viéndolo y escuchándolo pero en relación a lo que el hacía y no lo que nos decía.
Vaca Cubana: ¿Y esto en que barrio sucedía?
EDG: En lugares diferentes y en provincias diferentes. Mi hermano nació en Bahía Blanca porque mi viejo en una parte de su vida, en su juventud tenia relación con los medios porque era la mano derecha de (Jaime) Yankelevich que armó toda la cadena de radiodifusión.
Mi viejo fue director de algunas radios en Bahía y en Mar del Plata –donde nací yo- y de Radio Belgrano de Buenos Aires. Después nos fuimos a Córdoba y cuando volvimos acá vivimos en distintos barrios de Buenos Aires –Once, Núñez, Belgrano, Villa Adelina-. Así que vivimos en lugares diferentes
VC: ¿Y los medios estaban muy presente entonces?
EDG: Sííí, recuerdo haber estado –esto no lo debería decir porque me mando al frente con la edad- en la primer emisión oficial de Canal 7. Creo que fue en el Palais de Glace, con luces muy intensas y unas mangueras negras que yo las veía como inmensas y eran los cables de las máquinas y de la conexión de luces; pero no eran mangueras tan grandes, es que yo era muy chiquito.
VC: Emilio voy armando un rompecabezas en mi mente y este padre lector con pensamiento crítico y tus comienzos como músico. Imagino que la relación con los medios y la música debe haber influido para la génesis del rock que conocemos como nacional
EDG: Bueno yo no lo viví así, como una cuestión natural de lo que pasaba con mi viejo, nunca lo conecté en ese sentido pero tal vez pueda llegar a tener esa conexión.
La música más que todo también vino por mi vieja, ella era cantante no profesional y sigue siendo una gran cantante. Yo a la música la escuché por radio y por boca de ella, entonces lo natural surgió por ahí, la música y lo plástico el dibujo. Así como un juego, como una actividad únicamente de placer y luego cuando ya estaba en la escuela – Bellas Artes- y ya ensayando con Almendra nos profesionalizamos, pero igual antes de eso estuve en otras bandas.
EDG: Fue con Almendra. No recuerdo la primera nota, pero uno trataba de decir cosas inteligentes -a veces no le sale tan bien-, pero también digamos que la protección de un grupo es importante, andas con cuatro personas que opinan, que piensan y que se apoyan que hacerlo más sencillo que si uno estuviera solo.
Así que los primeros recuerdos y la mayoría de lo que uno decía eran conceptos e ideas provenían de charlas internas donde pulíamos las ideas acerca de la música que hacíamos y del arte en general.
VC: ¿Emilio tu relación con los medios como lector como oyente o como televidente cómo ha sido y cómo es?
EDG: Yo siempre leí el diario y siempre me interesó mucho la información pero la lectura del diario, que heredé de mi viejo. A pesar de tener ya una idea política definida siempre leí a todos los diarios, incluso aquellos de los que representaban un mundo que a mí me parecía ajeno o contrario a mis ideas; aunque no leo todo el diario, sí leo lo que me interesa. Picoteo de todos lados teniendo en cuenta que todas las expresiones de los medios son como extensiones, como herramientas de cosas que ya existen en la sociedad, en el ser humano y digamos que se amplifican.
Pero son cosas que ya existían de antes, por ejemplo en un pequeño grupo o en una reunión de consorcio el “manijeo” de la información también existe, es como una condición que está en la esencia del ser humano, lo único que cuando un medio empieza a amplificar su poder hay que establecer limitaciones a eso para que no hegemonicen.
De todas maneras a mí me parece que como expresión de la sociedad deberían existir ampliamente medios de todos los criterios o pensamientos, aunque sean más disímiles, más alejados a las ideas que uno tiene. Eso es la base de una real construcción democrática. Siempre se habla de la democracia pero queremos armar un país con nuestros amigos, eso es una realidad ficticia, bastante delicada y peligrosa.
VC: ¿Alguna vez te encontraste con una construcción de relato que malinterprete los acontecimientos o los interprete de un modo tan sesgado?
EDG: Yo creo que es casi todo el tiempo de esa manera. Yo te digo una cosa, si nosotros percibimos que se cuentan las cosas de diferentes maneras HOY que lo hemos visto todos, según quien lo cuente, imagináte lo que ha sido a lo largo de toda la historia. La historia que nosotros hemos recibido como educación tenemos la obligación de revisarla constantemente o de mirarlas por lo menos no livianamente, porque creo que la historia es justamente los distintos relatos de esos mismos sucesos por diferentes voces.
Y algunas voces se han impuesto sobre otras voces por diferentes motivos, porque hegemonizó un lugar de poder, porque se instaló como la voz autorizada y oficial de la cultura por distintos motivos. Uno empieza a rascar en ciertos sucesos de la historia y advierte que tanto hechos como personajes no son como nos contaron de una manera simplista en el colegio. Así que, como te dije antes, son expresiones humanas que, en la intencionalidad de reinterpretar las cosas que nos suceden, son expresiones absolutamente humanas y lo único que hay que ver es qué poder tiene uno y otro cuando se reproduce esa reinterpretación de la realidad.
VC: Emilio ahora estas conduciendo “Cómo hice”…
EDG: Mirá, el programa que sale por el Canal Encuentro en realidad es un archivo audiovisual, el primero de la canción popular, porque no había otro antes. Hay en ese listado más de 200 canciones, que son la superficie de lo más emblemático; después de eso hay muchas más también. Nosotros estamos construyendo ese archivo, que en este caso esta siendo emitido por el Canal Encuentro, pero si mañana Encuentro no lo quisiera emitir más buscaremos por otro lado, inventaríamos la manera de seguir haciéndolo.
Porque me parece importantísimo que todo el cancionero argentino esté reflejado en un gran paquete audiovisual. Como cada canal te contrata por trece capítulos, ya hicimos los primeros trece y en un par de meses comenzamos a grabar otros trece y así lo iremos completando a través del tiempo. Esperemos que lo podamos seguir haciendo siempre en el mismo lugar.
VC: Emilio, hoy hablábamos de la demonización que hacen de los jóvenes y te llevo de nuevo a la historia, en este caso de Almendra. Y recuerdo la irrupción revolucionaria que tuvo ese grupo, ¿Cómo fueron visto los jóvenes y ustedes por los medios de comunicación?
EDG: Y bueno, en principio, viste cómo cada cosa que pretende generar un cambio u otra cosa distinta es rechazada. Como una cosa casi instantánea y sin pensar demasiado, en general el ser humano tiende a la conservación de las cosas que conoce. Lo que no conoce siempre es misterioso, peligroso, desestabilizador; pero yo no lo veo con tanto dramatismo, porque me parece más o menos lógico lo que nos sucedía en ese momento.
Nosotros luchábamos mucho, por supuesto, es como la lucha que entablás con tus viejos, que son los seres que quizás más amás, pero que necesitás separarte de ellos para generar tu propia identidad, creo que siempre pasa eso.
En ese momento, no sólo con Almendra sino otros grupos como Manal, Los Gatos, digamos, lo oficial lo mirábamos como molestos; incluso desde el lugar de la política, que también es un interés grande para mí.
Algunas personas no entendían lo que estábamos haciendo, decían que éramos “extranjerizantes”, cosas que en el transcurso de esta historia se sabe que era una pavada (ese pensamiento).
Espero que esas personas que pensaban eso hayan hecho una reflexión porque lo nuevo no es peligroso, es nuevo. Entonces lo más importante en una sociedad es tener plasticidad, en una sociedad plástica podemos ir incorporando cosas, cambiando y adaptándonos a nuevas circunstancias del mundo y de la vida.
Y creo que en lo personal en la relación de pareja o de vínculos afectivos o con los hijos, también; porque uno siempre tiende a esperar que todo sea como fue ayer, y que mañana sea como fue ayer para que no nos desestabilice ninguno de los sentidos.
Pero si tenemos esa plasticidad para aceptar ese cambio, del tipo que fuere, vamos a estar mejor parados y vamos a sufrir menos. Y bueno, lo de Almendra fue así, sí.
Te cuento cosas pavotas: Se cree que nosotros siempre tocamos en teatros y eso no es así. Tocar en teatros vino un tiempo después, cuando nosotros logramos subir el escalón y que nuestro laburo se viera como un producto de la cultura para poner en otro lado. Durante mucho tiempo tocamos en clubes. Cuando nosotros llegábamos a tocar a los clubes íbamos vestidos informalmente, con camisetas pintadas. Y estaban los presentadores. Varias veces esos presentadores nos decían. “Muchachos apúrense, cámbiense que ya tienen que salir!”. Y como no nos cambiábamos, el tipo se volvía loco...
En ese momento eran como reivindicaciones para nosotros. Ahora se ve como una cosa menor, lo que también te da la pauta de cómo las cosas se van cambiando. Y creo que hoy la juventud me parece que tiene la posibilidad de expresarse con un poco más de libertad, por lo menos en las cosas formales.
VC: Y como dijo la presidenta en la semana en su discurso referido a su juventud, en donde era difícil ser joven con tantos golpes de Estado
EDG: Sí, pero nosotros nacimos en esa situación. Era duro pero era lo habitual, era como el clima de época, lo que vivíamos era eso. Muchas veces la gente nos pregunta cómo en la dictadura podíamos escribir, expresarnos. Y bueno, era el clima de época, en donde si hay poco oxigeno en la habitación tratás de seguir respirando y te adaptás.
VC: Emilio me quedó la inquietud de ¿en qué estado está el regreso de ese gran relato - porque varias veces hablaste del relato- que es “Cómo Hice”?
EDG: Bueno en cuanto a lo que vos decís de relato, es cierto, tiene mucho de eso y tiene otras cosas por detrás, mas allá de que yo haya abordado una tarea que está muy cercana a mi vida respecto al tema de la “cancionística”.
Pero hay otras cosas que están por detrás de “Cómo Hice” que es, por ejemplo el relevamiento de cómo está constituida “la emocionalidad” del pueblo argentino, reconocernos en diferentes expresiones, disímiles, en diferentes regiones y rítmicas diferentes. Pequeños fragmentos o partículas que parecieran constituir una parte del alma de los argentinos.
Por eso hay algunas canciones que atraviesan décadas y otras que son éxitos dos meses y después se apagan. Esas canciones que permanecen a través del tiempo fue una idea que me fue calando y me fui planteando que el pueblo encuentra algo en esas canciones que guardan una especie de ADN de la emocionalidad del pueblo.
La canción es una de las constructoras mas importantes del simbolismo para el pueblo, además tiene una cosa muy emocional, cuando vas a un concierto participás, cantan todos juntos y por ahí piensan que se conocen y uno se creen que son cuatro amigos que están cantando una canción y son cientos, eso es muy fuerte.
Yo creo que esas son las cosas que tenemos que reconocer como conectores, como cosas que nos unen como sociedad. Es una conexión que no es contemporánea. Por ejemplo: vos podés ser no contemporáneo de “El día que me quieras” pero lo cantaron tus abuelos, tus viejos y hasta vos, es un hilvanado de esa o de otras canciones más cercanas a temas más cercanos a vos, a todos.
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