En una nota de opinión de Silvia Naishtat de Clarín del día 11 de diciembre, nos habla del debut de un frente industrial que apoyó el reclamo del campo.
Lo que nos llamo la atención, dado que en ese frente empresario AEA (Asociación Empresaria Argentina) se agrupa lo más granado de la burguesía Argentina. La misma que se jacta de emplear a 300.000 personas, exportar por 10.000 millones de dólares y facturar 200.000 millones de pesos por año.
Allí se juntan figuras rutilantes del empresariado vernáculo como Paolo Rocca (Techint), Hector Magnetto (Grupo Clarín), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Víctor Klima (Volskwagen Argentina), Amalia Lacroze de Fortabat (Grupo Fortabat), Enrique Pescarmona (Impsa), Carlos Miguens (Grupo Miguens), Aldo Roggio (Grupo Roggio),
Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), Antonio Gomis Saez (Repsol YPF) y Alfredo Coto (Supermercados Coto).
El trabajo de AEA como cualquier corporación empresaria en el mundo es maximizar sus ganancias, someter a los trabajadores, devastar los recursos ambientales y bregar por la desigualdad que posibilite mayores índices de sometimiento y explotación.
La pregunta que cabe a la periodista de Clarín (miembro de esta asociación) es de que debut nos habla, cuando esta corporación es la continuadora de la APEGE (Asociación Permanente de Entidades Gremiales Empresariales), creada en 1975 y cuya principal función fue dar apoyo civil al golpe de 1976.
La Apege estaba integrada por la CEA (Consejo Empresario Argentino), la Sociedad Rural, Carbap, La Camara de la Construcción, la de Comercio, la de las Grandes Tiendas, etc. Es decir el 99% de la burguesía vernácula y aliada al imperialismo.
La Apege quería un cambio de régimen que le garantizara “el orden”: es decir la supresión de las comisiones internas, cuerpos de delegados y obreros combativos del movimiento sindical. La Apege pretendía la liquidación de la legislación laboral y llevar adelante las políticas económicas iniciadas por Pinochet luego del Golpe de 1973 en Chile.
En febrero de 1975 concretó un lock out que paralizó al país y significó un guiño al poder militar para dar el golpe. Por lo favores prestados hacia los dictadores, el poder económico fue recompensado con ministerios y secretarías. A la CEA encabezada por Martinez de Hoz , presidente de Acindar , se le dio el Ministerio de Economía, a la Sociedad Rural la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. A Adeba se le entregó el control del Banco Central.
La Apege finalizó su “labor” en el aniversario del golpe el 24 de marzo de 1977, saludando a los dictadores por los “logros” obtenidos en ese primer año.
El mismo día en que Rodolfo Walsh era asesinado y su cuerpo desaparecido por los asesinos de la ESMA, al denunciar las atrocidades cometidas por la dictadura en los campos de la muerte, pero también por la política de exterminio económico que se llevaba a cabo por Martinez de Hoz y sus secuaces de la Apege.
La Apege tiene sus continuadores en los miembros de la AEA., que ante la imposibilidad de un golpe clásico, apuestan al debilitamiento institucional, para forzar la salida del gobierno y promover el encumbramiento de figuras permeables a sus políticas antipopulares.
¿Cuál es el debut del frente industrial, si ya es un jugador veterano?.
Manifestación. Antonio Berni. 1936
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